La madera

Hace unos días ciento cincuenta propietarios de montes de Cedeira nos reunimos en asamblea para escoger la primera directiva de la Asociación de Productores de Madera de Cedeira (PROMACE).

La intención de la asociación parece ser, parece porque aún no he tenido acceso a los estatutos, que es reunir a los propietarios de montes, en su mayoría de pequeñas parcelas, para actuar coordinados y en conjunto frente al, de momento, monopolio que venimos sufriendo desde hace años en cuanto al mercado de la madera. En la actualidad la gran mayoría de eucalipto producido se vende a las celulosas de Pontevedra y Navia a través de pequeños tratantes de la madera al estilo de los mercados medievales, sin contratos por escrito ni evaluando el propietario del monte cuanta madera había vendido realmente.

El modo es buscar nuevos mercados, vía exportación, para acabar con el monopolio y así crear una competencia de precios para que paguen lo que producimos por lo que realmente vale.

Mucho se ha criticado el monocultivo del eucalipto, no sin razón, ya que hasta el momento ha estado mal, por no decir nulamente, gestionado y ordenado, así como han faltado alternativas para crear riqueza a partir del monte. Esperemos que con esta asociación empecemos a gestionar nuestra riqueza y a saber valorarla, ya que hasta ahora estropeabamos nuestros montes con los eucaliptos para que se enriquecieran las grandes celulosas y los intermediarios maderistas que solo pretenden sacar el mayor beneficio a costa del trabajo de años de otros.

Entre esta gestión está también la búsqueda de otros cultivos rentables y sostenibles además del eucalipto y el pino.

El principal obstáculo que debe superar la asociación no es la industria, sino los propios vecinos, reacios a pertenecer a la asociación , pensando que si son socios renuncian a sus derechos individuales, cuando lo que intenta es precisamente hacerlos valer. No hay mentalidad empresarial ni asociativa, creemos que todos estamos capacitados para gestionar un monte y que sabemos más que los demás, cuando la situación actual nos demuestra lo contrario, ya que es fruto de lo que nos hemos buscado actuando individualmente. Parte de este problema se podía ver claramente en la asamblea, y es que la mayoría de los asistentes por ley de vida dudo que puedan ver el fruto de los árboles que se planten hoy, y en todo caso no es la plantación de los eucaliptos lo que les va a solucionar la vida si con 75-80 años no la tienen solucionada. Se dice que los jóvenes de hoy en día somos (permitid que me incluya) los más y mejor formados de la historia, pues allí pocos se vieron, no sé si por desinterés o porque los padres o abuelos no quieren cederles la gestión, cuando seguramente están más capacitados (académicamente hablando, claro) y con la ilusión que se va perdiendo con los años.

Para terminar, deseo que la directiva electa sea capaz de defender sus/nuestros intereses, y que no caiga en las tentaciones que seguro las industrias les pondrán delante.



Por el bien de todos, y de nuestros montes, SUERTE.