martes, 17 de junio de 2014

Saliendo del nido

En la entrada de la madriguera, por la noche
Cuentan los refranes que por San Juan empiezan a salir las crías de zorro de sus madrigueras, y como casi siempre, algo de razón tienen.

Éstos han sido algo precoces, pues aún faltan unos días para el 24 de Junio y ya la han abandonado totalmente. Eran tres o cuatro crías (solo pude ver a la vez 3), posiblemente de una madre primeriza y bastante confiada, pues una experimentada seguramente no habrúa hecho la madrigera en un lugar tan accesible y frecuentado por los humanos en el borde de un camino.

Una de las entradas
Las madrigueras de zorro son excavadas en la tierra, normalmente aprovechando algunas rocas, o , como en este caso, el tocón de un pino seguramente medio arrancado en su día por el Klaus. Tienen siempre varias entradas y salidas (esta 4), y en algunas ocasiones alternan el uso de la contrucción con los tejones

Intentando esconderse entre las hierbas, a plena luz del día

Tienen tendencia a ocupar los mismos sitios, si no año tras año, sí con relativa frecuencia, dando lugar a menciones en la toponimia, como puede ser en A Capelada la Pena dos Golpes. A pesar de su mala fama entre cazadores y ganaderos lo cierto es que ocupan un puesto en el ecosistema, y como todo, su presencia es necesaria


La madre me vigila desde lejos










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