martes, 2 de marzo de 2010

Un caracol difícil de encontrar


Hoy toca enseñar otro de los secretos con los que este sitio no deja de sorprenderme, pero voy a empezar la historia del hallazgo por el principio:

Todos decimos que lo que más vemos en la tele son los documentales, aunque luego las audiencias digan otra cosa, pero bueno, en mi caso de vez en cuando es verdad. Y hace unas cuantas semanas estaba viendo un reportaje de naturaleza, no recuerdo en qué canal, y enseñaron unos caracoles que al momento reconocí. Tengo pocos conocimientos sobre caracoles, por lo que no sabía el nombre de la especie ni nada, pero sabía que los había visto en algún sitio.

Parece mentira, pensad que soy un bicho raro o lo que sea, pero necesitaba confirmar que los caracoles que yo recordaba haber visto eran esos que en el documental decían que son tan raros. A los pocos días, en cuanto tuve ocasión, salí a buscarlos y los encontré, y ahora os los enseño.
Cuando los encontré ya era de noche, pero llevaba una buena linterna, y la cámara de fotos que tengo funciona bastante mejor que otras con muy poca luz. Hice, como no, unas cuantas fotografías de los ejemplares.

El día del documental anoté el nombre en un papel de propaganda, que posiblemente acabó en la basura, por lo que me toca investigar algo. Con esto de internet la cosa está bastante más fácil que antes, aunque no tiene el encanto de pasar horas en una biblioteca. Encontré algo que podía ser, le pedí su opinión al maestro (en el amplio sentido de la palabra) Rafael, que me lo confirmó, y me animó a hacer esta entrada, que ya estaba esbozada.

El dichoso caracol resultó ser Elona quimperiana, supongo que por aquí no tendrá un nombre común, en internet vi que se refieren a él como caracol de Quimper. Es un caracol raro, y por lo que dicen, muy difícil de ver vivo. Su distribución se limita a parte de la costa del Cantábrico y está disminuyendo. Está en peligro de extinción y aparece en listas de animales a proteger. Pero, aunque le pongo voluntad lo mío es la veterinaria, no la biología, así que si queréis concretar más datos podeis consultarlo fácilmente en otras webs más específicas.






Mi interés es difundir que en nuestra Capelada también está presente. No voy a difundir públicamente la situación concreta por motivos evidentes, el habitat era la entrada de una cueva, con abundante humedad, con mucho musgo y algunos helechos, en la que también hay murciélagos, salamandras, arañas y demás microfauna que no soy capaz de identificar de un vistazo, pero que seguro que se merecerá más entradas en el futuro.

Espero que os haya gustado.

3 comentarios:

  1. Pues, espero que sigan los caracoles de Guimper por mucho tiempo en la Capelada. Gracias por enseñarnoslo.
    Saludos

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  2. ¡Vaia como corre este bichiño! ¡ Pois non chegou xa a Internet! Moi ben feito dar entrada no bló a Elona quimperiana. Calquera día anímome e amoso catro ou cinco fotos que teño, para seguir facendo ambiente á prol da conservación dos hábitats capelados. Parabens Juanma. Un saúdo.

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  3. Joder, en el documental dicen que es difilísimo de encontrar y ver, sales tú y zas en un momento lo tienes. Estás hecho más que un biólogo, jejeje.

    Ya me comentaste el otro día, pero no vi la entrada hasta hoy. Bien currado.

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